Verstappen inició la carrera con neumáticos medios, enfrentando un ritmo inferior al de sus rivales más cercanos por la estrategia de conservar los neumáticos. Durante el cambio a los neumáticos duros, el rendimiento del monoplaza mejoró significativamente, permitiéndole registrar tiempos competitivos y similares a los de los pilotos punteros y Max afirmó sentirse cómodo durante la segunda parte de la carrera, gracias a una notable mejora en agarre y rendimiento del vehículo. Con ello, pudo conservar la distancia frente a Norris y ceder un único punto en la clasificación, tras quedar tercero el sábado en la carrera al sprint, cinco puestos por delante del británico.

Por otra parte, Liam Lawson, compañero de Verstappen en Oracle Red Bull, tuvo un día más complicado. Partiendo desde el pitlane, Lawson apostó por una estrategia agresiva que no rindió los frutos esperados. Pese a avanzar posiciones debido a descalificaciones posteriores a la carrera, Lawson finalizó en 12ª posición. Christian Horner, CEO del equipo, destacó el rendimiento irregular del equipo en Shanghai. Reconoció las dificultades en la velocidad punta del monoplaza, especialmente frente a los Ferrari.

Para los pilotos del Visa Cash App Racing Bulls, Isack Hadjar y Yuki Tsunoda, la carrera tampoco resultó sencilla. Hadjar finalizó en la 11ª posición, quedando a las puertas de los puntos tras una salida prometedora que luego se complicó por situaciones fuera de su control. Tsunoda, quien había conseguido tres valiosos puntos en la carrera sprint del sábado, tuvo que conformarse con una decepcionante 16ª posición, afectado además por daños en su alerón delantero.

El jefe del equipo, Laurent Mekies, lamentó no obtener mejores resultados dados el buen rendimiento del coche durante el fin de semana. Mekies subrayó que, pese a la frustración, hay aspectos positivos que extraer, especialmente de cara a la próxima carrera en Suzuka, Japón, hogar del piloto Yuki Tsunoda y de Honda, proveedor de motores del equipo.